La sorpresa es el punto de partida de la gratitud. Una vez que dejamos de darlo todo por sentado, nos sorprendemos de todo lo que nos rodea, lo cual nos lleva a ser más agradecidos.
El hermano David responde a esta pregunta en base a la propuesta del Dalai Lama, de abrazar una ética mundial por encima de las diferencias culturales y religiosas.
Compartimos la segunda parte del artículo “¿Qué es más importante, la ética o la religión?”, en que el hermano David se hace eco del llamado del Dalai Lama a abrazar una ética universal.
El hermano David responde preguntas recibidas por e-mail en relación a la afirmación del Dalai Lama, quien sostiene que “La ética es más importante que la religión”.
Sorpresa, esperanza, Dios, pertenencia, sentido… Compartimos una lista elaborada por el hermano David que abarca conceptos desde la óptica de la gratitud como clave de la felicidad.
Celebrar las “fiestas” es ocasión para devolverle el sentido festivo a nuestras tareas: no obrar solo con un objetivo en mente, sino encontrarle un sentido a todo lo que hacemos. Son los deseos que el hermano David nos expresa en su carta de Navidad.
En el libro “Lo que creemos”, Anselm Grün y David Steindl-Rast coinciden en que el crecimiento espiritual nace de la serena aceptación de uno mismo, con sus luces y sombras.
“Llegar a ser una persona agradecida requiere de práctica”, dice el hermano David en uno de sus libros. Allí propone este juego para alimentar nuestra gratitud.
El amor a los enemigos se hace posible cuando comprendemos su significado. El hermano David enumera gestos concretos con los que podemos llevarlo a la práctica.